Parte II de XII
Por: Johnny Bardavid
Una serie de Artículos sobre el siglo XXI, publicados mucho antes de cruzarlo.
Se nos ha enseñado a buscar fuera de nosotros mismos la prosperidad, felicidad, éxito, salud, amor y poder. Hemos sido acondicionados a creer que la abundancia, en el más amplio sentido de la palabra, la debemos atraer desde “AFUERA”, seré feliz cuando me case, tendré éxito cuando logre ese negocio, estaré contento cuando…
Uno de los grandes retos del siglo XXI es cambiar este punto de vista, y ver hacia adentro, para crear desde ahí la abundancia.
La felicidad y el éxito no son una meta a largo plazo, los debemos crear dentro de nosotros mismos momento a momento, con nuestra actitud, utilizando el enorme poder natural de nuestra mente y la poderosa influencia natural de nuestra esencia espiritual para facilitar el logro de nuestros anhelos.
¿De qué esencia espiritual estamos hablando? ¡De la que es independiente de nuestro físico, de nuestro ego, de nuestro intelecto, de nuestros deseos!
Esta esencia espiritual, este poder interior que está íntimamente conectado con la inteligencia creadora universal, lo llamaría Werner Heisenberg, premio nobel de física, “la energía primaria,” que mueve su principio quántico de incertidumbre que nos dice:
“En el campo físico, a nivel atómico, las partículas sub atómicas nacen y desaparecen DEPENDIENDO DEL OBSERVADOR.”
Gary Zukav, en su extraordinario libro sobre física cuántica, “The Dancing Wu Li Masters” afirma lo siguiente:
“Por lo tanto, lo que esta exterior a nosotros aparentemente depende de lo que decidimos en nuestro interior en un riguroso sentido matemático y filosófico.”
Literalmente entonces, a nuestro nivel, podemos ser co-creadores con lo que nos rodea, considerándonos como una parte de “LA TOTALIDAD” en todo lo que pensamos y hacemos.
Enfocando con AMOR, en el más amplio y bello sentido de la palabra y enfocando sin dudas nuestra atención e intención en lo que deseamos, penetramos en el secreto de la mecánica de la creación, a través de nuestra esencia espiritual, que es, entre otras, la que expande el horizonte de nuestra percepción y nuestra enorme capacidad creadora latente.
Esa esencia espiritual es…
La que no reconoce límites.
La que nos dice en lo más profundo de nuestro ser que: ¡más...no es necesariamente mejor!
La que nos hace tomar responsabilidad por todo lo que nos sucede y por todo lo que nos rodea.
Esa esencia espiritual es…
La que concibe que el idealismo puede co-existir con el realismo.
La que nos da la seguridad de que hay una solución espiritual para cada problema,
La que comprende que es más grande el placer del perdón, que el placer de la venganza,
Esa esencia espiritual es…
La que provoca el cambio de enfoque …
De buscar………. a- traer
De adquirir……….a compartir
De competir ………a cooperar,
De resentir …….a comprender,
De odiar …………….a perdonar. y eventualmente
De perdonar………a AMAR
¡Eso que nos conecta con “EL TODO,” ese despertar de nuestro gran yo espiritual, de nuestra verdadera naturaleza, es la que comprende sin lugar a dudas, que:
¡Enfocando la fuerza del amor en nuestras vidas, como parte primordial de esa esencia espiritual…! podemos conseguir todo lo que queramos … si ayudamos suficientemente a otros a conseguir lo que ellos quieren.
Uno de los grandes retos del siglo XXI es el de;
Internalizar ESPIRITUALMENTE el principio universal MATERIAL de que, primero hay que sembrar para después cosechar, es decir: hay que aprender a DAR antes de esperar RECIBIR, así sabrás que mientras más DAS, más RECIBES.
Esta es una de las formas más sutiles y efectivas de ser los arquitectos de nuestro propio destino, cambiando nuestro punto de vista hacia adentro de nosotros mismos, para crear, desde ahí, con AMOR, los satisfactores que busquemos en la vida.
-Continuará, tercera parte-
¿Cómo estás dirigiendo tu vida?
Encuentra el mensaje positivo en el siguiente video:
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